Guy Abraham, médico y antiguo profesor de obstetricia, ginecología y endocrinología en la Escuela de Medicina de UCLA, comenzó en 1998 a investigar el valor del yodo en la salud humana y ha publicado muchos artículos sobre el tema. También es miebro del The Iodine Group, grupo creado en Yahoo en 2006, actualmente con más de 6.000 miembros interesados en comprender y difundir la importancia del yodo en nuestra salud, y que incluye a un subgrupo de más de 150 investigadores sobre ello.
El yodo es imprescindible para el tiróides, necesario para la producción de las hormonas tiroideas. Sin embargo, aseguran, hay más. Debido a los grandes requerimientos de yodo de las glándulas mamarias y de los ovarios, las mujeres son más propensas a sufrir los graves efectos de un déficit de yodo, según explican Abraham y otros. Según ellos, los requerimientos de yodo son muy superiores a los usualmente establecidos, y consideran al déficit de yodo como un importante factor causante de fibrosis quística de mama, cáncer de mama, quistes de ovario y cánceres de ovario. También sospechan del déficit de yodo como un factor importante en los cánceres de próstata.
Traduzco un extracto de un artículo de Guy Abraham:
“Basado en una revisión de la literatura, y en investigación clínica reciente, el concepto de ortosuplementación yódica puede ser resumido como sigue:
1.- El nutriente yodo es esencial para toda célula del cuerpo humano requiriendo concentraciones periféricas de yodo inorgánico en el rango de 10-6M a 10-5M.
2.- En sujetos no obesos sin el sistema del transporte de yodo defectuoso, estas concentraciones pueden conseguirse con la ingesta diaria de 12,5 mg a 50 mg de yodo elemental.
3.- La glándula tiroidea es el órgano más eficiente del cuerpo humano, capaz de concentrar yodo en 2 órdenes de magnitud para alcanzar el 10-6M de yodo requerido para la síntesis de hormonas tiroideas cuando los niveles periféricos de yodo inorgánico están en el rango de 10-8.
4.- Bocio y cretinismo son evidencias de una deficiencia extrema de yodo, pues la ingesta mínima de yodo para prevenir esas afecciones es 0’05mg al día, 1000 veces menor a la ingesta óptima diaria de 50 mg de yodo elemental.
5.- La glándula tiroides posee un mecanismo protector limitando la captación de yodo periférico a un máximo de 0’6 mg al día cuando son ingeridos 50 mg o más de yodo elemental. Esta cantidad, por tanto, serviría como medida preventiva contra la lluvia radiactiva.
6.- Una ingesta de 50 mg de yodo elemental al día obtendría una concentración de yodo de 10 -5M, siendo esta la concentración marcadamente potenciadora de las transiciones no radiantes singulete a triplete. El oxígeno singulete causa daño oxidante en ADN y en macromoléculas, predisponiendo a los efectos carcinógenos de esas especies de oxígeno reactivo. Ese efecto disminuiría el daño sobre el ADN, con un efecto anticarcinógeno.
7.- Datos preliminares sugieren abundantemente que la ortosuplementación yódica resulta en una desintoxicación del organismo de metales pesados aluminio, cadmio, plomo y mercurio.
8.- La ortosuplementación incrementa la excreción urinaria de fluoruro y bromuro, disminuyendo los efectos inhibidores de estos haluros.
9.- La mayoría de los pacientes en una ingesta diaria de entre 12’5mg a 50 mg de yodo elemental informaron de niveles mayores de energía y superior claridad metal con 50 mg (4 tabletas de Iodoral), diarios. La cantidad diaria de yodo usada por Ghent et al. en pacientes con fibrosis quística de mama fue 0’1 mg/kg BW, 10 veces inferior a la ingesta óptima de 50 mg. En nuestra experiencia, pacientes con esta condición clínica responden más rápido y más completamente cuando ingieren 50 mg de yodo/yoduro al día.
10.- Para los mejores resultados, la ortosuplementación yódica debería ser parte de un completo programa nutricional, enfatizando magnesio sobre calcio.
11.- Un beneficioso efecto de la ortosuplementación fue observado en los estados clínicos listados en la Tabla I.
12.- La prueba de carga yodo/yoduro y los niveles séricos de yodo inorgánico son medios fiables para evaluar la completa suficiencia corporal de yodo elemental, para cuantificar la biodisponibilidad de las formas de yodo ingeridas, y para evaluar la captación y utilización de yodo por las células objetivo.
13.- La ortosuplementación yódica puede ser la más segura, más simple, sumamente efectiva y menos costosa forma de resolver la hiriente crisis sanitaria de nuestra nación.”
En el futuro, traduciré otros artículos sobre este asunto.
¡Salud a todos!
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