Lo último contra terremotos.
Cuando los sensores detectan el comienzo de un terremoto, un compresor inyecta aire a presión bajo la casa haciéndola levitar varios centímetros; una vez finalizado, la casa vuelve a reposar sobre sus cimientos.
Según asegura la empresa inventora, de Japón, es la solución más barata y efectiva entre todas las existentes.
Será buena idea, digo yo, seguir fabricando sus casas muy ligeras porque sino, como fueran de granito y hormigón, mucho habría de soplar el compresor. Ahora, a ver qué se les ocurre contra los maremotos, ¿quizá convertir la casa en un aircraft?.
Enlace al vídeo, por si no lo puedes ver aquí: http://gu.com/p/36xjg
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