Varias empresas privadas, además de la NASA estudian la posibilidad de construir un ascensor al espacio. Aseguran que abarataría en un 99% el acceso al espacio, abriendo la puerta a la colonización del sistema solar.
La propuesta consiste en tender una cinta en vertical sobre el ecuador girando en órbita geoestacionaria, para que se mantenga permanente sobre el mismo punto terrestre, de modo que un tractor pudiera subir y bajar a lo largo de la cinta. Para ello, el centro de masas de la cinta debería estar situado a 36.000 km de altura sobre el ecuador terrestre, por ser la única órbita geoestacionaria posible, lo cual a su vez exigiría que la cinta tuviera una longitud de aproximadamente 100.000 km. Al final de la cinta se situaría una estación espacial permanente y quizá alguna otra intermedia. Obviamente, otros ascensorse se podrían construir en Marte u otros astros.
El principal problema hasta hace una década era el no disponer del material adecuado para construir tal cinta pues tendría que soportar su propio peso (¡100.000 km de cinta!) además del de la carga. Isaac Asimov, físico y escritor de novelas de ciencia ficción, propuso en una de sus novelas construirla con diamante. No se equivocó mucho, porque desde hace poco más de una década se conoce un material muy relacionado con el diamante que podría servir para fabricar la cinta: nanotubos de carbono.
Los nanotubos de carbono, al igual que el diamante, son 100% átomos de carbono unidos por enlaces covalentes, pero formando un tubo, de unos pocos nanómetros de diámetro, en vez de un cristal. Entre las sorprendentes propiedades de los nanotubos de carbono está la de ser cien veces más resistentes a la tracción que el acero pesando la sexta parte. Este material comenzó a fabricarse industrialmente en EEUU en 2008, a partir del CO del aire, y usando como catalizador hierro y energía, aunque existen otros posibles procedimientos.
Se investiga si con los nanotubos de carbono se puede de verdad construir la necesaria cinta. Si se consigue, los principales obstáculos serán la basura espacial y la fuerte reactividad química de las altas capas atmosféricas. La energía al tractor podría provenir placas fotovoltáicas iluminadas por láseres proyectados sobre ellas desde la Tierra.
Desde 2007, la NASA tiene dos concursos anuales, al cual se presentan empresas privadas y los grupos investigadores que lo deseen. Uno de los concursos prueba las cintas más resistentes y el otro los tractores. En el último concurso, el del año 2009, uno de los tractores ascendió un km. Unos vídeos de los concursos:
Según Asimov, el ascensor al espacio se construirá quince años después de que todo el mundo deje de reirse.
No te rías.
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